La colaboración, impulso para el aprendizaje
El aprendizaje colaborativo es uno de los ejes principales en el modelo ETHAZI. Siguiendo el proverbio africano "Si quieres ir rápido, ve sola; si quieres llegar lejos, ve acompañada", en FP Euskadi tenemos claro que la ayuda de los compañeros y compañeras a lo largo del ciclo es un tesoro a aprovechar para adentrarse en un contexto profesional concreto y para fortalecer procesos efectivos para el aprendizaje a lo largo de la vida.
El aprendizaje colaborativo es una estrategia en la que el alumnado, organizado en pequeños equipos, trabajan juntos para alcanzar objetivos comunes, compartiendo responsabilidades y construyendo conocimientos conjuntamente. Se basa en la interacción activa y el diálogo permanente entre los miembros del equipo, promoviendo un entorno en el que cada persona contribuya al aprendizaje en equipo y se beneficie del conocimiento compartido. En FP Euskadi el aprendizaje se aplica a través de retos que simulan situaciones reales, contribuyendo al desarrollo de competencias profesionales, tanto técnicas como transversales.
Desde nuestra perspectiva, la colaboración debe desarrollar tres ámbitos para que sea efectiva: cohesión grupal (vivir la pertenencia al equipo), comunidad de aprendizaje (ayudarse a aprender mutuamente) y objetivos comunes (actuar como un equipo eficaz). El trabajo intencionado en los tres ámbitos por parte del equipo docente de ciclo conseguirá un desarrollo eficaz de los equipos de alumnos y alumnas. Como muestra la tabla adjunta, dependiendo de la estrategia de agrupamiento, se puede aspirar a diferentes niveles de profundidad en el desarrollo de la colaboración: el número de escenarios ofertados para el entrenamiento es importante.
Por otro lado, para que el proceso de aprendizaje del alumnado sea exitoso, en general, sabemos que es necesario trabajar aspectos específicos del proceso: provocar la sorpresa, fomentar la curiosidad, garantizar la sensación de seguridad, impulsar la admiración por otras personas, reflexionar sobre la satisfacción y celebrar los logros.
A continuación, utilizaremos estos aspectos del aprendizaje como hilo conductor y estableceremos las conexiones con las particularidades de nuestro planteamiento de aprendizaje colaborativo.
Sorpresa
Albert Einstein decía: "Todos somos muy ignorantes, pero cada uno ignora cosas diferentes". A lo largo de la vida descubrimos cosas nuevas y, a veces, estos descubrimientos suelen ser sorprendentes porque nos hacen ver nuevos campos de conocimiento. Este es el primer paso en el proceso de aprendizaje: ser consciente de la incompetencia.
En nuestros escenarios de aprendizaje se hacen propuestas para incorporar elementos no esperados por el alumnado: presentaciones de los retos para visibilizar aspectos específicos de la familia profesional o las actividades colaborativas que favorecen la cohesión grupal provocando conexiones entre los pares que van más allá de las habituales.
El equipo docente debe prever en la estrategia de aprendizaje diseñada qué elementos innovadores introduce y los momentos en los que se puede actuar para fomentar esa sorpresa.
Curiosidad
Al descubrir algo nuevo, cada persona decide adentrarse o no en ese tema. Este es el segundo paso en el proceso de aprendizaje: mostrar el deseo de aprender, al fin y al cabo, tener curiosidad.
En el mapa de competencias de ciclo ofrecido por el equipo docente de un ciclo FP Euskadi, se ofrecen diferentes itinerarios parciales de aprendizaje para el desarrollo de las competencias profesionales; y cada itinerario parcial de aprendizaje toma el aspecto de un reto. Cada reto ofrece oportunidades no sólo para abordar diferentes aspectos técnicos, sino también para entrenar herramientas y conductas de aprendizaje. Por ejemplo, en los procesos de convergencia se ofrecen posibilidades de indagar en las propuestas de los miembros del equipo; también, las dinámicas de coevaluación ayudan a que afloren características de los miembros que podrían enriquecer a las demás personas.
Seguridad
Cuando estamos aprendiendo mostramos nuestras carencias y debilidades, y a veces cometemos errores como consecuencia de ellas. ¡Eso no es malo! El alumnado debe sentirse confiado en los escenarios ofrecidos para el aprendizaje, sentirse protegido. Por ello, el contexto de aprendizaje debe ser un ámbito privado. Además de la escuela, el alumnado que participa en el proceso debe ser también consciente de ello y desarrollar un rol activo.
En este aspecto, el equipo adquiere un gran protagonismo. Para que se enriquezca con la diversidad y tome conciencia de las situaciones personales de los miembros, trabajamos la inclusión en el grupo y la solidaridad. Conociendo los aspectos de mejora encontrados durante los procesos de reflexión, el equipo, entendido como comunidad de aprendizaje, contribuye a esa evolución. Un ejemplo es la gestión de roles que se planifica en el plan de equipo: el equipo desarrolla la confianza en sus componentes asignando a cada miembro un rol que le permita aprender más.
Admiración
Todos tenemos algunas personas en mente como referencias vitales. Recordamos que, a modo de brújula, algunas personas han despertado admiración en nosotros en aspectos principales de nuestra vida. ¿Quién te ha venido a la memoria?
Gracias a aquellas personas que nos han servido de faro hemos encontrado inspiración para poder canalizar respuestas adecuadas en las encrucijadas que han ido apareciendo a lo largo de nuestra vida.
Llevándolo al contexto de aprendizaje de FP Euskadi, dentro de la estrategia colaborativa, se diseñan situaciones adecuadas para trabajar en los equipos el conocimiento mutuo y para tomar conciencia de la interdependencia, es decir, para conocer aspectos inspiradores de sus miembros e integrar los flujos enriquecedores de trabajo dar-recibir.
Los momentos previstos en los retos para la activación suelen ser bonitos para enriquecer las relaciones entre los miembros del grupo. Esta conducta, mantenida a lo largo del ciclo, contribuye a los procesos de organización y autorregulación que deben llevarse a cabo para alcanzar los objetivos comunes del grupo de alumnas y alumnos. Asimismo, los momentos de reflexión y los espacios de feedback que vive el equipo ofrecen oportunidades para hacer aflorar los talentos de sus componentes y enriquecerse mutuamente gracias a ellos.
Satisfacción
Una vez terminado cualquier trabajo que tenemos entre manos, sin querer, se produce en nuestra mente un proceso de reflexión: ¿he respondido al objetivo? ¿he respondido al trabajo como esperaba? ¿me siento conforme? Preguntas como estas comienzan a surgir. Son, en definitiva, automatismos para medir la satisfacción. Y así, tarea a tarea, reto a reto, encaminamos comportamientos y estrategias de trabajo.
En FP Euskadi creemos que para cada reto que se trabaja en el itinerario de aprendizaje completo del ciclo formativo se debe analizar el grado de satisfacción a través de estrategias de reflexión y feedback colaborativo. Para ello, siguiendo a Hattie y Timperley, además de poner la mirada en una actividad específica (hasta qué punto se ha obtenido un resultado satisfactorio), se propone a los equipos docentes de ciclo poner el foco en el proceso de resolución (razonamiento utilizado y estrategias para encauzarlo) y en la autorregulación (reflexión sobre los procesos de aprendizaje). Y también aquí, la estrategia colaborativa adquiere protagonismo.
Fijándonos en acciones concretas, a nivel de equipo pequeño, este ciclo de trabajo, es decir, el reto, ofrece oportunidades para incorporar de forma sistemática los espacios de reflexión. Los miembros del equipo de alumnos y alumnas, utilizando la herramienta “plan de equipo”, tienen momentos para analizar los objetivos de aprendizaje, tanto individuales como de equipo, y los compromisos de conducta acordados por el grupo; así, se mide la satisfacción en la autorregulación y la organización a nivel de equipo.
Por otro lado, para el alumno o alumna, la información obtenida a través de sus compañeros y compañeras es muy útil para medir el grado de satisfacción, ya que son ellos y ellas, los y las que recogen la información más representativa de la actividad. El feedback ofrecido por pares mediante procesos sistemáticos de coevaluación se utiliza como una valiosa herramienta para medir el grado de satisfacción.
Celebración
Todos y todas podemos imaginar la celebración de un equipo deportivo una vez finalizada una competición. Una vez conseguidos los objetivos comunes lo celebran; por eso no celebrar los logros nos resulta extraño. ¿Por qué no actuar de forma similar con los equipos de alumnos y alumnas?
Como se ha comentado, el equipo de alumnos y alumnas, por un lado, y cada alumno y alumna, por otro, definen una serie de objetivos de aprendizaje colaborativo, algunos relacionados con las competencias profesionales que se desarrollan y otros, con los aspectos que desarrolla la colaboración: cohesión grupal, comunidad de aprendizaje y organización.
En cierta medida, la celebración es otra forma de expresar un feedback; visto así, podemos distinguir entre celebración informal y formal. Normalmente, la celebración informal se asocia a actividades sueltas: una sonrisa, un apretón de manos con un compañero, una palmada en la espalda... En estos casos se transmite el mensaje “¡Lo conseguí!”, “¡Lo hemos conseguido!”.
En la misma línea, la celebración formal también puede orientarse de forma sistemática: como equipo, ¿cómo celebraremos el resultado del trabajo realizado? Y uno mismo, ¿cómo va a celebrar el paso dado en el itinerario de aprendizaje? En el primer caso, la manera de celebrar el resultado puede estar recogida en el plan de grupo; en el segundo, el alumnado puede recoger cómo actuará, bien en un portafolio, en un diario de aprendizaje o en otro espacio.
Para cerrar este artículo, repasamos, de forma resumida, las ideas principales:
En el proceso de aprendizaje debemos tener en cuenta diferentes aspectos para que la experiencia de aprendizaje sea efectiva, es decir, para que se produzca un aprendizaje significativo en el alumnado.
En la FP Euskadi utilizamos la colaboración como herramienta fundamental para encaminar los procesos de aprendizaje. El equipo docente de ciclo, trabajando los ámbitos propios de la estrategia colaborativa, acompaña al alumnado en la evolución en competencias que le acerque lo más posible al perfil profesional definido.
Como hemos mencionado, para aprender a colaborar también es necesario el entrenamiento, por eso es tan importante que el equipo docente actúe teniendo en cuenta la mirada global de ciclo. Asimismo, los equipos docentes también necesitan entrenamiento para aprender a diseñar y ejecutar estrategias; y para ello, en nuestra FP Euskadi, el trabajo en red reivindica el protagonismo. Pero eso, cómo nos organizamos en redes y nos ayudamos mutuamente a implantar el modelo ETHAZI, es otra historia, quizá, para otro artículo...